Estos detectores de humo permitirán evitar siniestros como los provocados por las malas combustiones de las estufas, las fugas de humo, las intoxicaciones por braseros o, por supuesto, los incendios domésticos. Por tanto, el objetivo de esta cesión es mejorar la seguridad en las viviendas de las personas mayores, contribuyendo a sensibilizar y formar a la población en prevención y autoprotección ante situaciones de emergencias.

Esta medida responde a una iniciativa de la Diputación de Sevilla, que ha distribuido cerca de 2.400 detectores de humo entre todos los municipios de la provincia menores de 20 mil habitantes, a fin de que los consistorios instalen estos dispositivos a residentes mayores de 70 años, que vivan solos, y a personas en situación de dependencia.